De pequeño eras aquel muchacho que siempre defendía al mas débil, odiabas los abusos, odiabas a los matones, eso te trajo muchos problemas, y muchos moretones, y alguna que otra vez la nariz rota.....pero el tiempo paso, y te hizo duro, no dudabas en enfrentarte con bravura al mas grande del pueblo, pero ya no eras aquel muchacho pequeño.....el tiempo de recibir pasó, y los años como aprendiz del herrero te ayudó, y los matones esta vez eran los que llegaban a sus casa con moretones, pues como roca tus puños impactaban en sus cuerpos. Cierta reputación ganaste y solo 14 años tenias, pues no solo en bravura física era tu portento, alguna que otra mozuela logró probar tus otros encantos, cosa que también te pudo traer problemas, pero pocos se atrevían a desafiarte, pues tu fuerza y coraje rivalizaban incluso con los de mas edad. Tu adolescencia pasaste, y tu madurez llegó, y un nuevo camino tomó, pues ese coraje y esa fuerza un propósito le acontecía. Rumores de tierras lejanas llegaban de que los Avaritas se acercaban, con intenciones no amigables, y tu corazón, albergaba coraje para detenerlos. En la milicia ingresaste y con coraje triunfaste, tu fuerza unida al acero era desalentador para los enemigos, y esos bárbaros caían bajo el yugo de tu acero templado, pero.......muchos aliados perdiste, muchas amistades añoraste, eso fue capaz de doblegar tu corazón, cinco años es mucho para un hombre, día tras día viendo como tus aliados caen y son sustituidos